Esta aventura la hemos bautizado la "Cueva del Pie", en la Prehistoria fue un Santuario, un lugar muy especial por lo que representa y por su valor Arqueológico.
Hola, mi nombre es Trinitario Catalan. En esta ocasión voy a contaros la historia de como fue uno de los Descubrimientos que hice unos años atrás.
A principios de 1984, hice una excursión en busca de Pinturas Rupestres en una zona llamada Formenta. Visité Cuevas y Abrigos en toda esa zona sin obtener muchos resultados. En Julio de ese mismo año, volví a recorrer la misma zona con la intuición de que algún lugar todavía sin explorar tuviera lo que tanto esperaba encontrar, algún vestigio de nuestros ancestros.
Uno de esos días de Julio, recorriendo un barranco por la parte Norte y después de una hora de subida, llegué a la cima de una montaña y luego seguí en dirección Oeste. A los pocos metros localice unos montículos de piedra, cuando los conté resulta que habían 10 de estos montículos. No cabe duda de que aquello era un Campo de Urnas, un cementerio Prehistórico. Al observar detenidamente las características del lugar, vi que eran las mas apropiadas para que las primeras culturas o asentamientos que pasaron por allí dejaran alguna huella de su paso, pues me encontraba ante un valle con abundante agua y gran variedad de caza, además de contar con otro tipo de recursos como la recolección. Respecto a los alrededores del valle, al ser abruptos, con vegetación de pinos, robles y muchos matorrales, daban buena cobertura para superar el duro clima que trae el invierno aquí.
Ese día tan solo encontré un pequeño trozo de cerámica hecha a mano, suficiente para no dar por perdida la esperanza ya que esta vez no se trataba de un presentimiento, sino que tenía pruebas. Así que por el momento decidí aplazar la investigación en esa zona y volver un poco mas adelante.
Fue en primavera de 1985, cuando decidí volver a explorar la zona donde encontré el Campo de Urnas. Dejando el cementerio a mis espaldas, empecé a subir monte a través hacia la falda de una montaña que tenía justo enfrente. En ese momento escuché un gran ruido a unos cinco metros de mi, me quedé quieto y pude observar que se trataba de un gran Macho Montés que corría en estampida ladera abajo. Cuando lo perdí de vista, me acerqué al lugar donde estaba escondido y encontré lo que con tanta ilusión andaba buscando.
Me hallaba ante la entrada de una Cueva. Al pie de la misma había un muro de piedra, señal de que en algún momento de la historia fue habitada por algún grupo de personas; cogí la linterna y me adentré. A unos 20 metros vi una luz al fondo, curiosamente la Cueva también disponía de una salida, un lugar realmente interesante que tenía que investigar a fondo. Tras unas horas de inspección, no localicé ninguna manifestación artística, lo que dio lugar a una gran decepción por mi parte, sin resignarme hice una última prospección y por fin, mi intuición no me había fallado.
Delante de mi, a unos metros de la entrada y a un metro de altura, descubrí un panel con un Petroglifo de 25x10cm, se trataba de una Inscultura en bajorrelieve de un Podomorfo (pie) diferenciándose los cinco dedos y destacando el dedo gordo.
No cabe duda de que esta Cueva estuvo habitada, porque el lugar es estratégico en donde la ubicación era perfecta, incluso para escapar del ataque de otros grupos rivales. Con el tiempo, esta Cueva pasaría a ser un Santuario pues el hecho de que el Petroglifo este orientado al Noreste significa que estaba relacionado con la resurrección.
En el reconocimiento superficial de la Cueva del Pie, localizamos estos fragmentos de cerámica, uno de los trozos es de cuello estrecho, el cual fue empleado como recipiente para guardar algún tipo de liquido. Por debajo del cuello se puede observar unas bandas horizontales de color rojo.
Los restos de cerámica que mencionamos, siempre son depositados en el mismo lugar en el que fueron hallados.
A unos 20 metros de la entrada de la Cueva hemos localizado esta piedra de unos 100 kilos con una Cazoleta en el centro.
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